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Desconectados, pero más vivos: un adolescente cuenta cómo redescubrió la diversión lejos del celular

En un mundo hiperconectado, Valentín, un joven de 14 años, relata cómo un día sin internet le permitió reencontrarse con el juego, la charla y la naturaleza. Una experiencia que invita a repensar el uso cotidiano de las pantallas.




En una era en la que las pantallas dominan gran parte de la vida cotidiana, algunos adolescentes descubren que alejarse de la conexión digital puede ser una experiencia enriquecedora. Valentín, un joven de 14 años, compartió su vivencia tras pasar un día entero sin internet ni celular. "Nada, bonito supongo", comentó con naturalidad sobre aquella jornada desconectada.


Al enterarse de que no tendría acceso a internet, Valentín se preparó con antelación: "Agarraba juegos sin internet o incluso juegos de mesa". En su relato, resaltó que lo que más extrañó fueron los videojuegos, una de sus principales fuentes de entretenimiento.

A pesar de la desconexión, el adolescente aseguró sentirse "más divertido", aunque también admitió haber estado "más ansioso". Reconoció que el uso del celular suele ser excesivo y explicó que "las aplicaciones de hoy en día se encargan de atraparte y hacer que las veas por más tiempo del esperado".


Durante ese día sin pantallas, Valentín redescubrió el placer de actividades que había dejado de lado, como salir a andar en bicicleta. "Extrañaba salir en bici, a pasear", confesó. También aprovechó para jugar a la pelota y compartir un paseo con su hermana Sofía, con quien conversó mientras recorrían juntos el barrio.


"Está bueno salir afuera, caminar, practicar algún deporte", aconsejó a otros chicos de su edad, animándonos a "tocar pasto" y tomarse un descanso de las pantallas. Ante la pregunta sobre si repetiría la experiencia, fue claro: "Sí. Estar sin celular dos veces por semana estaría bien, para disfrutar más del aire libre".




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